Draco Malfoy y el Duelo de Hechizos
Capítulo 1: La Invitación
Draco Malfoy estaba sentado en su sofá de cuero en la mansión Malfoy, hojeando perezosamente el Daily Prophet. Un artículo llamó su atención: "¡El Duelo de Hechizos Interescolar más esperado de la década!" La competición se llevaría a cabo en el Gran Comedor de Hogwarts, y cualquier mago o bruja podría participar.
Después de leer más a fondo, Draco sintió una chispa de emoción. ¿Qué mejor manera de demostrar su destreza mágica que ganar un duelo de hechizos en su antigua escuela? Además, sería una oportunidad para redimirse de su oscuro pasado.
Con una determinación renovada, Draco se inscribió en el duelo y se preparó para enfrentarse a sus oponentes. Durante las semanas previas al evento, pasó horas perfeccionando sus habilidades mágicas y estudiando hechizos avanzados.
Capítulo 2: El Regreso a Hogwarts
El día de la competencia finalmente llegó. Draco se encontró en la estación de tren de King's Cross, recordando la emoción que sintió al abordar el Expreso de Hogwarts por primera vez. Al llegar a la escuela, fue recibido por una multitud de estudiantes curiosos y profesores expectantes.
Al entrar en el Gran Comedor, Draco quedó asombrado por la magnífica decoración. Había banderas de todas las casas colgadas, y los techos encantados mostraban un cielo lleno de estrellas. Pudo ver a sus antiguos compañeros de Slytherin, ahora adultos, murmurando y señalándolo.
Draco se acercó a la mesa de inscripciones, donde una mujer con una larga lista verificó su nombre. A su lado, una copa de cristal brillaba con luz propia, esperando a ser llenada con los nombres de los participantes. Con una mezcla de orgullo y nerviosismo, Draco depositó su nombre en la copa.
Capítulo 3: Los Oponentes
La competición comenzó, y Draco observó a sus oponentes enfrentarse en duelos emocionantes. Algunos eran estudiantes de Hogwarts, mientras que otros provenían de escuelas mágicas de todo el mundo. Cada duelo era único, y los hechizos se sucedían rápidamente, dejando a la audiencia al borde de sus asientos.
Cuando llegó el turno de Draco, su primera oponente era una bruja de Beauxbatons con habilidades formidables. Los dos intercambiaron hechizos y contrahechizos en un duelo de alta velocidad que dejó a los espectadores boquiabiertos. Finalmente, Draco logró desarmarla con un hábil movimiento de su varita, avanzando a la siguiente ronda.
Capítulo 4: La Enseñanza del Pasado
A medida que avanzaba en la competición, Draco no pudo evitar recordar sus años en Hogwarts. Pensó en los duelos que había presenciado, las lecciones aprendidas y las amistades forjadas. A pesar de sus errores del pasado, estaba decidido a demostrar su valía.
En una ronda particularmente intensa, Draco se enfrentó a un mago de Durmstrang especializado en magia oscura. A medida que los hechizos oscuros volaban hacia él, Draco se vio obligado a utilizar sus conocimientos del pasado para defenderse. Con cada contrahechizo, recordaba las palabras de sus profesores y la importancia de usar la magia para el bien.
Capítulo 5: El Poder de la Amistad
Draco se sorprendió al ver a algunos de sus antiguos compañeros de clase, incluidos Hermione Granger y Neville Longbottom, en las gradas animándolo. A pesar de sus diferencias pasadas, parecían estar apoyando su intento de redimirse.
Inspirado por su apoyo, Draco luchó con más determinación que nunca. En un momento crítico del duelo, pudo sentir la fuerza de sus amigos a su alrededor, alimentando su magia y dándole el poder para superar a su oponente.
Capítulo 6: La Final
Después de vencer a numerosos oponentes talentosos, Draco se encontró en la ronda final. Su adversario era un mago excepcionalmente poderoso, conocido por su destreza en duelos. La tensión en el Gran Comedor era palpable, y Draco sabía que esta sería su batalla más difícil.
Los dos comenzaron su duelo con una ráfaga de hechizos, cada uno intentando encontrar una debilidad en la defensa del otro. A medida que la batalla continuaba, Draco empezó a sentir el agotamiento, pero la idea de rendirse nunca cruzó su mente.
Capítulo 7: La Victoria
En un momento decisivo, Draco vio una pequeña abertura en la defensa de su oponente. Recordando un hechizo que había practicado incansablemente, Draco apuntó su varita y gritó: "¡Expelliarmus!"
La varita de su oponente salió volando de su mano, y Draco capturó el objeto en el aire, asegurando su victoria. El Gran Comedor estalló en aplausos y vítores, y Draco sintió una mezcla de alivio y felicidad.
Capítulo 8: El Camino a la Redención y el Desafío Épico
Después de la ceremonia de premiación, Draco se encontró rodeado de amigos y ex compañeros de clase, felicitándolo por su victoria. Aunque sabía que ganar este duelo no borraría por completo su pasado, era un paso importante en su camino hacia la redención.
Justo cuando Draco comenzaba a relajarse, el director de Hogwarts, con una sonrisa enigmática, anunció que habría un desafío final. Un duelo épico contra un oponente sorpresa. Los asistentes comenzaron a susurrar y murmurar entre sí, preguntándose quién sería el misterioso rival.
El director levantó su varita, y con un potente hechizo, reveló al oponente sorpresa: un imponente dragón de escamas verdes y plateadas, con enormes alas y fauces humeantes. El público contuvo el aliento, y Draco sintió cómo su corazón latía con fuerza en su pecho.
Con la mirada fija en el dragón, Draco supo que este sería el desafío más grande de su vida. No solo tendría que enfrentarse a una bestia mágica extremadamente poderosa, sino que también tendría que demostrar que había dejado atrás sus antiguos métodos y que estaba dispuesto a proteger a los demás.
El dragón rugió y lanzó una llamarada hacia Draco, quien esquivó el ataque y respondió con una serie de hechizos defensivos y ofensivos. La batalla fue feroz y llena de magia y habilidad. Los espectadores observaban con asombro mientras Draco evitaba el aliento ardiente del dragón y lanzaba hechizos con precisión y destreza.
Mientras luchaba, Draco podía sentir el apoyo de sus amigos y seres queridos detrás de él. Inspirado por su coraje y determinación, encontró una fuerza interior que no sabía que tenía.
En un momento crítico, Draco esquivó un chorro de fuego y vio una oportunidad de desactivar al dragón sin hacerle daño. Apuntó su varita a la cabeza del dragón y gritó: "¡Relashio!" Un chorro de chispas plateadas impactó al dragón, aturdiéndolo lo suficiente como para que Draco pudiera acercarse y calmarlo con un hechizo de sometimiento.
El Gran Comedor estalló en vítores y aplausos mientras Draco se paraba junto al dragón, ahora en calma. Sus amigos y ex compañeros de clase corrieron hacia él, abrazándolo y elogiándolo por su valentía y habilidades mágicas.
Con una nueva perspectiva y la promesa de utilizar sus habilidades mágicas para el bien, Draco Malfoy dejó Hogwarts con la cabeza en alto, listo para enfrentar cualquier desafío que la vida le presentara. Y con el dragón a su lado, ahora un fiel compañero, el camino hacia la redención se había vuelto más claro y lleno de esperanza.
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